¿Comes demasiada azúcar? Cuidado con el insomnio

Tal vez te hayas percatado de que después de una cena abundante tienes dificultades para conciliar el sueño, y esto a largo plazo puede provocar que despiertes con más cansancio porque no alcanzaste el ciclo completo de sueño. Muchas personas lo asocian con el consumo de carne, grasas saturadas o café, pero investigaciones recientes han revelado que el verdadero culpable es el azúcar o, específicamente, los niveles de glucosa en la sangre.

 Azúcar, el principal causante de muchas enfermedades

Como sabrás, el consumo excesivo de azúcar en cualquier presentación es el principal causante de enfermedades como síndrome metabólico, resistencia a la insulina, obesidad, hipertensión, diabetes, cáncer, entre otras. Pero también se ha comprobado que, a mayor nivel de glucosa en la sangre, las personas desarrollan trastornos del sueño, especialmente dificultad para dormir.

Los alimentos y bebidas que consumimos nos proporcionan energía, así como los neurotransmisores que intervienen en los procesos de vigilia y sueño. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud brinda recomendaciones sobre el consumo diario de azúcar (25 gramos al día, o el 5% de la ingesta calórica diaria), que son fácilmente rebasadas por la cantidad de este ingrediente en los alimentos que consumimos en la actualidad.

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Tortillas, pan (aunque no sea dulce), papas fritas, jugos de caja, leche, alimentos procesados, entre otros, contienen azúcar añadida en forma de jarabe de maíz de alta fructosa, concentrado de zumo de fruta, sacarosa, dextrosa, maltodextrina, malta, melaza, lactosa y más, que no siempre sabemos identificar como azúcar, pero que provocan un proceso digestivo más lento, así como gases, pesadez corporal, dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche, e incluso pesadillas.

Además, de acuerdo con investigaciones, consumir grandes cantidades de azúcar provoca que el sueño sea más corto, aparezca apnea respiratoria y que no se alcancen los ciclos en que el organismo se autorregula y experimenta las funciones metabólicas, reparadoras y del sistema inmune, por lo que la salud en general comienza a decaer, siendo más propenso a enfermedades e infecciones.

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Las hormonas también entran en el juego

Cada vez que ingerimos algún alimento con azúcar (en cualquiera de sus presentaciones), la hormona orexina se activa; esta se encarga de integrar el ritmo circadiano y las influencias metabólicas para determinar si debemos estar dormidos o despiertos y activos, por lo que al estimularla promueve el estado de vigilia, presentándose insomnio y dificultad para conciliar el sueño.

Para tener un buen ciclo de sueño, procura mantener controlados tus niveles de glucosa cenando más temprano, optando por alimentos naturales, haz ejercicio y evita los excesos en la medida de lo posible.

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