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25
Dec
5 Beneficios de dormir una siesta
Todos hemos experimentado esa sensación de somnolencia alrededor del mediodía o después de comer; el calor, una comida abundante, las actividades extenuantes, una noche de insomnio o desvelo, entre otros factores, provocan que nuestro cuerpo pida a gritos regresar a la cama por un rato y disfrutar de una rica siesta reparadora.
La siesta es una necesidad natural que, además, se recomienda desde años remotos para recuperar energía durante la tarde, y continuar con las siguientes actividades hasta que llegue la hora de dormir.
El ser humano es de las pocas especies que duerme una sola vez al día, ya que la mayoría de los seres vivos alternan fases de sueño y vigilia durante las 24 horas; irónicamente, somos los únicos que descansan en cómodos colchones individuales, colchones matrimoniales o colchones King Size, con aire acondicionado, cortinas black out, entre otros objetos que solo podemos disfrutar por las noches, ya que los ritmos actuales de vida no siempre nos permiten parar nuestras actividades y descansar por la tarde.
La ciencia ha demostrado los beneficios que tiene tomar una siesta, conócelos a continuación:
Mejora el estado de ánimo y la creatividad
Tomar una siesta de 45 a 90 minutos, en la que se consiga entrar en la fase REM de sueño, mejora el estado de ánimo gracias a que el cerebro produce serotonina, neurotransmisor conocido como “la hormona de la felicidad” que brinda placer, satisfacción y bienestar. Así que si tu día no ha sido del todo bueno, tomar una siesta te hará sentir mejor.
Además, si tu trabajo o campo de estudio se relaciona con la creatividad, al tomar una siesta del mismo periodo estimularás el hemisferio derecho que se relaciona con las habilidades creativas, de resolución de problemas y te hará menos propenso a cometer errores.
Un corazón y peso saludables
Cuando no dormimos bien, nuestro cerebro segrega cortisol, responsable del estrés, el aumento de peso y grasa acumulada en el abdomen, trastorno metabólico, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Durante la siesta, además de serotonina, se produce la hormona del crecimiento, que es un antídoto del cortisol; tomarse una hora para descansar también ayuda a disminuir la presión arterial y a la recuperación cardiovascular tras haber realizado actividades extenuantes, así que toma tu siesta: tu corazón lo agradecerá.
Mejora en la salud de personas mayores
Los adultos mayores de 60 años se benefician de las siestas en muchos aspectos: tienen una memoria más aguda, se fatigan menos, su ánimo mejora, su presión arterial se estabiliza, y si además hacen ejercicio físico y siguen una dieta adecuada a sus necesidades, su salud general será mejor y no afectará su descanso nocturno.
Memoria, concentración y aprendizaje
El descanso vespertino mejora la memoria de corto plazo, ya que facilita el almacenamiento de recuerdos en el neocórtex, por lo que adquirir nuevos conocimientos y potenciar los ya adquiridos será más sencillos. Las personas de todas las edades pueden aprovechar este beneficio, especialmente los niños y jóvenes estudiantes, quienes pueden mejorar su rendimiento escolar.
Recuperación de padecimientos y enfermedades
El descanso por la tarde ayuda a restituir el impacto que tienen las enfermedades, ya que el sistema inmunológico se fortalece.
La mejor hora para tomar una siesta es entre las 13 y 17 h, cuando los ritmos circadianos sufren una caída y provocan la somnolencia que comúnmente sentimos, y para que no interfiera con tu descanso nocturno, lo ideal es elegir una hora lo suficientemente lejana en la que sueles irte a dormir.
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Marcos Smeke